
ALIMENTOS CANCERÍGENOS
ALIMENTOS que FAVORECEN
el CRECIMIENTO de CÉLULAS CANCEROSAS
El cáncer es una enfermedad genética causada por cambios en los genes que controlan las funciones de las células, como su crecimiento y su división para crear nuevas células en las zonas que el cuerpo las necesita.
Cuando una célula envejece o queda dañada, muere y es reemplazada, sin embargo, ciertas anomalías provocan que las células viejas o dañadas sobrevivan y que se formen nuevas células cuando no son necesarias, dando lugar a la formación de un cáncer.
Estas células cancerosas pueden crear una masa compacta de tejido que se denomina tumor maligno, pudiendo extenderse a los tejidos cercanos, invadirlos o incluso durante su crecimiento, algunas células cancerosas pueden desprenderse y desplazarse a través del sistema circulatorio o del sistema linfático, para formar nuevos tumores lejos del tumor de origen.
Aunque no se conocen con exactitud la mayoría de causas que producen cáncer, se calcula que un 40% se deben a la acción de agentes externos denominados factores de riesgo o agentes carcinógenos. Son sustancias con factores físicos, químicos y biológicos, que en contacto con el organismo, son capaces de generar en él, enfermedades cancerosas.
Conscientes de los efectos de esta enfermedad, cada vez son más las personas que modifican sus hábitos, impidiendo que el organismo entre en contacto con estos agentes, evitando el consumo de tabaco, reduciendo las dosis de alcohol, haciendo ejercicio y controlando la ingesta de cancerígenos químicos relacionados con la elaboración y procesado de alimentos.
Con una tendencia en auge por intentar comer sano y prevenir estos factores de riesgo, os proporcionamos una lista con algunos de los alimentos que más favorecen la aparición y el crecimiento de células cancerosas.

1. GRASAS SATURADAS, HIDROGENADAS y TRANS
Las grasas son uno de los nutrientes básicos de los alimentos y son necesarias para aportar energía al organismo o desarrollar correctamente procesos como la absorción de las vitaminas A, D, E y K (liposolubles que se disuelven en grasas y aceites), mantener saludable el pelo y la piel o aportar tejido adiposo a las células manteniendo el cuerpo aislado y caliente.
Las grasas insaturadas son las más beneficiosas (aceite de oliva, aceite de girasol, Omega-3, aguacate…), ya que nuestro organismo se encarga de procesarlas obteniendo los nutrientes que necesita.
Por el contrario, no es conveniente abusar de las grasas saturadas y hay que evitar las grasas hidrogenadas y trans. Estas grasas son sólidas a temperatura ambiente y han sido sometidas a un largo proceso de transformación, donde se añade hidrógeno a los triglicéridos insaturados, para lograr darle una mayor consistencia y duración a las sustancias alimenticias.
GRASAS SATURADAS:
GRASAS ANIMALES
Carne de vaca y cerdo, embutidos, leche entera, queso graso, huevos, manteca de cerdo, piel de pollo, chocolate (con menos del 70% de pureza)…
ACEITES TROPICALES
Coco y Plama
GRASAS HIDROGENDAS y GRASAS TRANS:
ACEITES HIDROGENADOS o PARCIALMENTE HIDROGENADOS
Bollería industrial (donuts, galletas, madalenas…), barritas de cereales, comida rápida “fast food” (costillas, hamburguesas, patatas fritas, kebak, pizza, pollo frito, nuggets, pinchos morunos, perritos calientes, alitas de pollo…), sopas y salsas preparadas, aperitivos y snacks salados, palomitas para microondas, congelados (pizzas, barritas de merluza…), productos precocinados (canelones, empanadillas, croquetas…), helados, margarina…

2. AZÚCAR REFINADO
Mediante un procedimiento industrial a través de tratamientos físicos y químicos, el jugo de la caña de azúcar o la remolacha se refina, obteniéndose pequeños cristales blancos.
El objetivo de este proceso es:
Concentrar la Sacarosa obteniendo el 99% de Glucosa + Fructosa, eliminando las impurezas (perdiendo la mayoría de vitaminas, minerales y enzimas) y blanqueando el producto dándole un aspecto mucho más apetecible para el consumidor.
AZÚCAR GRANULADA
Es el más común y el que encontramos en todos los hogares, utilizado para endulzar el café, el té o para cocinar.
AZÚCAR para REPOSTERÍA
Es un poco más gruesa que el Azúcar Granulada y se utiliza para decorar repostería o añadir textura a postres.
AZÚCARES SUPER-REFINADOS
Son utilizados en productos alimenticios comerciales, en bebidas azucaradas y en merengues de pastelería.
AZÚCAR en POLVO o AZÚCAR GLASS
Es el que tiene la textura más suave y se utiliza en glaseados y coberturas para postres.
Ya que únicamente proporcionan calorías vacías que carecen de nutrientes y minerales, para que nuestro organismo pueda digerir los azúcares refinados, es nuestro cuerpo el que debe de aportar los nutrientes necesarios y por tanto se le considera “ladrón de nutrientes”.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda no superar los 50gr. de azúcar al día, aconsejando un consumo de 25gr. diarios.
Puede causar un rápido aumento de adrenalina creando hiperactividad, ansiedad, dificultad de concentración y mal humor.
Las células tumorales necesitan más glucosa que las células normales y por tanto, la ingesta de azúcar refinado las alimenta. Ha sido relacionado con el desarrollo de cáncer de seno, de ovarios, de próstata, de recto, de páncreas, de la zona biliar, de pulmón y de estómago.
Puede producir un aumento significativo del colesterol malo (LDL).

3. BEBIDAS AZUCARADAS
La mayoría de las bebidas azucaradas incluyen una elevada cantidad de azúcares refinados, proceso industrial a través del cual, el jugo de la caña de azúcar o la remolacha se convierte en sacarosa pura y blanqueada, mediante tratamientos físicos y químicos.
ZUMOS y NÉCTARES EMBASADOS
Aunque la ley prohíbe el añadir azúcar a los zumos de frutas, su nivel de azucares libres (presentes de forma natural), es muy elevado y por tanto, no son muy aconsejables.
El néctar (con un mínimo del 50% de zumo), se obtiene añadiendo agua a zumos de frutas, a zumos de frutas a partir de concentrado o a puré de frutas, incluyendo azúcar y edulcorantes artificiales, y convirtiéndoles en un producto nada recomendable.
REFRESCOS y BEBIDAS ISOTÓNICAS
No solo poseen la cantidad más elevada de azúcar (una lata puede contener 6 cucharadas), con el correspondiente efecto negativo para la salud, sino que en ocasiones, bajo las denominaciones “LIGHT” y “ZERO”, esconden azucares o edulcorantes artificiales (como el E-951 Aspartano), asociados a factores de riesgo de padecer patologías cerebrovasculares y demencia (Alzheimer).
Uno de los componentes de la Coca Cola Zero es el Ciclamato Sódico (E-952), prohibido en Estados Unidos desde 1969 por la FDA (Food and Drug Administration), ya que varios estudios lo relacionaron con la aparición de cáncer. Pero en España la OMS (Organización Mundial de la Salud), considera que es seguro mientras que no se rebose la ingesta admisible recomendada, aunque se desconoce la cantidad de Ciclamato Sódico que contiene este refresco.
El ácido y el azúcar de los refrescos pueden disolver el esmalte dental y provocar CARIES.
El ácido fosfórico y el benzoato de sodio pueden causar CALCULOS y PROBLEMAS RENALES.
Su consumo frecuente tiene una relación muy estrecha con la OBESIDAD, sin olvidar que el sobrepeso, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
El ácido fosfórico también daña los huesos creando OSTEOPOROSIS por descalcificación.
La elevada cantidad de azúcar puede llegar a provocar DIABETES, al crearse una anomalía en la insuficiencia de la fabricación de insulina.
BEBIDAS ENERGÉTICAS
Desde que se pusieron de moda, su consumo no ha cesado de crecer.
Son refrescos (por lo tanto incluyen sus mismos niveles de azúcar y problemas), que contienen una combinación de sustancias entre las que destacan:
ESTIMULANTES como la Cafeína (principal clave de su aporte energético)
AMINOÁCIDOS como la Taurina que aumentan el rendimiento deportivo
CARBOHIDRATOS derivados de la glucosa como la Glucuronolactona
VITAMINAS
EXTRACTOS DE PLANTAS MEDICINALES como el Guaraná y el Ginseng
Pueden provocar alteraciones en el corazón y perjudicar seriamente la salud, sobre todo cuando se combinan con alcohol, dando lugar a generar alteraciones cardiovasculares, taquicardia, palpitaciones (latidos fuertes y rápidos), aumento de la presión arterial, insomnio, nerviosismo y falta de coordinación motora.

4. CARNES PROCESADAS
Aunque se recomienda un consumo moderado de la CARNE ROJA (vacuno, cerdo, caballo, cordero y cabra), la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera cada vez más peligrosas para la salud, a las CARNES PROCESADAS.
Son aquellas que han sido transformadas a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para obtener una mejora de sabor y conservación.
Aunque la mayoría de estos productos son de carne de vaca o de cerdo, algunos en su elaboración, incluyen sangre, carne picada de ave o vísceras.
Las carnes procesadas son muy dañinas para la salud, ya que en su elaboración se generan:
NITRITOS y NITRATOS empleados para conservar las carnes
HIDROCARBUROS AROMÁTICOS POLICÍCLICOS, formados en fases de ahumado o de cocción a altas temperaturas
Elevada cantidad de HIERRO HEMO O HEMÍNICO, que estimula la creación de compuestos nitrogenados en el intestino.
Estos elementos facilitan la formación del cáncer de estómago y el cáncer colorrectal
Además, el elevado consumo de carne, incluye un aumento de sal y desplaza la ingesta de otros alimentos más sanos como: frutas, hortalizas, legumbres y semillas, con una composición rica en fibra y antioxidantes, que ofrecen una beneficiosa protección frente al cáncer de colon.
INCLUYE:
Patés
Carnes enlatadas (albóndigas, chili con carne…)
Salsas con ingredientes cárnicos (boloñesa)
Carne procesada cruda (hamburguesas y salchichas con aditivos conservantes)
Platos de carne preparados (lasaña, canelones…)
Carnes en salazón o curadas (beicon, jamón, cecina, panceta…)
Embutidos (chorizo, lomo embuchado, salami, jamón york, frankfurt, longaniza, fuet…)

5. HARINAS BLANCAS REFINADAS
Se crean a partir de un proceso de refinado del trigo, eliminando el salvado (elemento rico en fibra) y su germen (componente de alto valor alimentario, rico en vitaminas, proteínas, minerales y grasas insaturadas), dejando únicamente hidratos de carbono sin micronutrientes en forma de almidón (calorías pobres), a los que se incluye blanqueadores, oxidantes, estabilizantes y potenciadores de sabor.
De esta forma se obtiene un producto con mayor vida de conservación y por tanto, mayor vida comercial, ya que elimina el germen (rico en ácidos grasos insaturados que se enrancian rápidamente) y con una presencia blanca y homogénea, atractiva para el consumidor.
Al ser metabolizadas por el organismo, las harinas refinadas se transforman en azúcar y además, pueden llegar a modificar el transporte de nutrientes y generar lesiones celulares.
Sin valor nutricional, las harinas refinadas constituyen una pieza esencial en nuestra alimentación diaria, incluidas en: pan blanco o de molde, bollería (galletas, pastas…), pasteles, pizzas, macarrones, espaguetis, snacks…
Efectos en nuestro organismo:
AUMENTO de PESO
Son digeridas tan rápido, que sus hidratos de carbono apenas tienen tiempo de convertirse en glucosa para elevar el glucógeno y producir energía, provocando un aumento de INSULINA (reduce los niveles de glucosa en la sangre) y disminución de GLUCAGÓN (convierte el glucógeno almacenado en glucosa) y como consecuencia, se aumentan las reservas de grasa en el organismo y se genera una gran DEPENDENCIA.
POSEEN COMPONENTES OCULTOS
En su procesado se les añade componentes para potenciar el sabor, alargar la conservación y blanquear su aspecto, incluyendo: sal, soja, jarabe de maíz alto en fructosa, emulsionantes de sabor, conservantes y grasas trans (aceites emulsionadores).

6. PALOMITAS de MICROONDAS
Las palomitas de maíz (Pop Corn), se han convertido en uno de los snacks más utilizados para ver una película en el sofá de casa. Una adecuada iluminación en un salón provisto de una buena pantalla y con un mínimo presupuesto, podemos sentirnos como en el cine.
A diferencia de las que encontramos en los cines, cuya preparación no suele ser tan perjudicial, las palomitas de microondas no necesitan esperar cola, son muy económicas y de fácil preparación, simplemente se coloca una bolsa en el microondas y en unos minutos estaremos preparados para iniciar la velada.
El problema reside en la combinación de un producto químico empleado en el recubrimiento antiadherente del interior de las bolsas, con la emisión de radiación del electrodoméstico, generando el compuesto ÁCIDO PERFLUOROCOTANOICO (PFOA), relacionado con el cáncer de próstata, de hígado y la infertilidad. Este vapor tóxico es más concentrado cuanto más calientes están las palomitas y por tanto se inhala al abrir el embase recién sacado del microondas y baja en exposición según se enfrían.
Para emular de forma artificial el sabor de la mantequilla, emplean DIACETILO, un ingrediente usado frecuentemente en la cocina comercial y que al ser sometido a calor, libera vapores vinculados a enfermedades pulmonares.
Por último, las palomitas de microondas contienen ingredientes modificados en forma de aceite (grasas trans) o de emulsiones empleadas como potenciador de sabor.

7. ALIMENTOS TRANSGÉNICOS
Los alimentos genéticamente modificados, conocidos como “transgénicos”, provienen de organismos vegetales o animales a los que mediante técnicas de ingeniería genética (biotecnología agrícola), se añade algún compuesto procedente de otro organismo, proporcionándoles cualidades de las que carecían.
Es usado frecuente en plantas genéticamente modificadas, para mejorar su productividad, hacerlas más resistentes a los ataques de plagas o a las inclemencias del tiempo, e incluso incorporar micronutrientes a su estructura genética (arroz dorado).
Mientras que una parte de la población piensa que son un avance para aumentar la producción de alimentos, otra parte, opina que los transgénicos incrementan el uso de tóxicos en la agricultura, de la que también se alimentan los animales (la mayoría de piensos con los que se alimentan las vacas y cerdos, procede de soja y maíz genéticamente modificado), y que son los causantes de muchas enfermedades del organismo.
Aunque hasta el momento no se ha probado científicamente, el consumo de transgénicos está relacionado con el cáncer.
También es cierto, que hay muchos intereses dentro de un sector multimillonario en el que alrededor de 10 empresas controlan el 75% de la producción mundial de semillas y que cada vez se fomenta más el uso de potentes herbicidas (las plantas pueden hacerse resistentes a los herbicidas y por tanto se procederá al uso de pesticidas más potenciados), cuyo uso puede afectar a toxicidad de otros seres vivos.
El consumo de transgénicos está relacionado con los siguientes problemas:
Pueden aumentar la resistencia de los patógenos a los antibióticos
Pueden llegar a provocar mutaciones cancerígenas
Pueden aumentar la sensibilidad en personas alérgicas
Los cultivos pueden estar incorporando subproductos tóxicos
Afectan a la biodiversidad (desarrollo de la vida en un ambiente natural), agrediendo al medio ambiente
Fomentan el uso de herbicidas como el GLIFOSATO
Pueden favorecer la contaminación genética
Es un oligopolio controlado por grandes multinacionales
Alimentos transgénicos más comunes:
MAIZ, SOJA, REMOLACHA AZUCARERA y ALFALFA
Para hacerlos más resistentes a los herbicidas.
CARNES
Aumenta el tamaño y peso de los animales y acelera la velocidad de crecimiento.
TRIGO, GIRASOL y CANOLA (aceite)
Resistencia a las sequias.
PATATAS
Invalidan las enzimas de almidón.
NARANJAS, BANANAS y TOMATES
Ralentizan su descomposición.
CALABAZA y CALABACÍN
Protegen contra virus.
LECHE
Aumento de la producción en las vacas.
CAFÉ
Aumentan su producción.