ESCOLIOSIS
COLUMNA VERTEBRAL
ESCOLIOSIS
Es una curvatura perpendicular a la columna vertebral que suele producirse durante el crecimiento, cuando se origina el desarrollo óseo, periodo en el que tanto el tamaño como la fuerza de nuestros huesos aumentan de manera significativa, y fase en la que el paciente se encuentra en el proceso de realizar el estirón final.
Mucho más frecuente que afecte a las niñas que a los niños.
Grados de curvatura:
NORMAL
En la mayoría de los casos la curvatura es de 5º, por lo que se considera que está dentro de un margen normal.
LEVE
Cuando la escoliosis es inferior a los 20º.
MODERADA
Cuando la curvatura se encuentra entre los 25º y los 40º.
Puede provocar lesiones en las articulaciones y causar artritis en la columna vertebral.
GRAVE
Cuando supera los 50º.
Puede provocar un mal funcionamiento de los pulmones y algunas vértebras pueden rotar o girar, repercutiendo en la estructura de las costillas.
Lo habitual es que suela presentarse en forma de “C”, aunque también hay casos en los que puede apreciarse en forma de “S”, denominada Escoliosis de Doble Curva.
La progresión de la escoliosis genera problemas de estética, funcionales y laborales. En edades tempranas, el problema estético puede generar traumas y la necesidad de un apoyo psicológico.
Es importante prestar atención a la columna vertebral de nuestro hijo, ya que las curvas leves suelen formarse sin que el niño sea consciente de ello, puesto que lo hacen de forma gradual y sin ninguna muestra de molestia o de dolor.
TIPOS
ESCOLIOSIS CONGÉNITA
Se produce cuando el feto no ha formado correctamente las vértebras o las costillas durante el embarazo.
Puede detectarse gracias a las ecografías, presentarse al nacer el bebé o detectarse más tarde. Por ello es muy importante realizar un seguimiento para que, en el caso de producirse, sea diagnosticada lo antes posible y que el médico recomiende el mejor tratamiento según la gravedad de la desviación.
ESCOLIOSIS IDIOPÁTICA
Es la más frecuente y desconocida en sus orígenes, ya que no es causada por acciones determinadas, sino por información genética transmitida de forma hereditaria.
Se clasifica según la edad a la que aparece:
Infantil
En niños hasta la edad de 3 años.
Juvenil
En niños con edades entre 4 y 10 años.
Adolescente
En niños entre 11 años y la edad de madurez esquelética.
En Adultos, una vez finalizada la fase de crecimiento no suele presentarse, pero si puede desarrollarse la existente y progresar de forma lenta.
ESCOLIOSIS NEUROMUSCULAR
Es generada por un problema en el Sistema Nervioso que afecta a los nervios y a los músculos, y que puede provocar debilidad o parálisis.
Este tipo de escoliosis es el que más puede generar una gran progresión de la curva y la ortopedia no previene el aumento de la deformidad, pudiendo llegar a necesitar una silla de ruedas para desplazarse, en los casos más graves.
ESCOLIOSIS DEGENERATIVA
Trabajos que requieren de sucesivos esfuerzos físicos, los habituales malos hábitos posturales, el uso continuo de incómodos colchones y almohadas, y el desgaste tanto de las vértebras como de los discos intervertebrales, legan a ocasionar una desviación degenerativa de la columna, originando la aparición de una curva lateral o el aumento de una ya existente.
También puede aparecer a partir de los 50 años en pacientes que sufren una combinación de osteoporosis, artrosis vertebral y de desgaste de los discos, provocando la curva o rotación de un tramo de la columna.
CAUSAS
Escoliosis en la infancia
Malformación de las vértebras y las costillas durante el embarazo.
Escoliosis en adolescentes
Producida por causas desconocidas aunque posee factores hereditarios, puede mostrarse desde el nacimiento hasta la edad en la que el niño finaliza la formación ósea, con la llegada de la adolescencia, fase en la que se produce el mayor desarrollo de la escoliosis.
Escoliosis neuromuscular
Se produce cuando existe una alteración en los músculos que sostienen la columna, ocasionando que no tengan fuerza suficiente para sujetarla y que tienda a curvarse por la fuerza de la gravedad.
Se puede generar debido a enfermedades como:
Parálisis cerebral
Trastorno causado por una lesión cerebral, que suele suceder durante los dos primeros años de vida y que es la causa más común de escoliosis neuromuscular.
Se muestra a través de un retraso en el desarrollo del niño, en la falta de capacidad para moverse, caminar o para mantenerse erguido. Puede presentarse en forma leve o afectar a todas las extremidades.
La mitad de los niños con parálisis cerebral, sufren escoliosis.
Distrofia muscular
Enfermedad genética causante de la debilidad y de la degeneración progresiva de los músculos esqueléticos utilizados en los movimientos voluntarios. Su degeneración es progresiva y el paciente termina perdiendo la capacidad de caminar.
Espina bífida
Defecto congénito que se produce cuando la columna vertebral y la médula espinal no se forman correctamente y por tanto, el tubo neural no se cierra de forma adecuada.
Esta anomalía puede provocar problemas para caminar, de movilidad, parálisis de las piernas y escoliosis, entre otras de sus complicaciones.
Polio (Poliomielitis)
Enfermedad contagiosa causada por un virus que invade el Sistema Nervioso y que puede provocar una parálisis irreversible generalmente en las piernas.
Afecta sobre todo a niños menores de 5 años, aunque es mucho más agresiva cuando se presenta en personas mayores.
SÍNTOMAS
Curvatura lateral de la columna.
Hombros desnivelados en los que se puede apreciar que uno está más alto que el otro.
Pecho hundido.
Un omóplato que sobresale mucho más que el otro.
Asimetría en la cintura.
Inclinación de la pelvis provocando que un lado de la cadera esté más alto que el otro.
Molestias en la espalda tras pasar mucho tiempo sentado.
Dolor de espalda.
Costillas que sobresalen más de un lado que del otro, cuando varias vértebras de la columna además de curvarse, rotan o giran en los casos más graves.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la escoliosis depende de varios factores:
Causa de la escoliosis.
Localización de la curvatura de la columna.
Tamaño de la curvatura.
Si incluye también rotación.
La edad del paciente, por si aún está en proceso de crecimiento.
Métodos de tratamiento:
Cuando la curvatura es pequeña y no supera los 20º, no es necesario un tratamiento, pero si el control del médico hasta finalizar la etapa de crecimiento.
Cuando la curvatura supera los 25º y el paciente aún está en período de crecimiento, el médico puede recomendar un corsé ortopédico adecuado a su problema, para disminuir la progresión.
El uso de ortopedia es más efectivo a partir de los 10 años, sin embargo no funciona en casos de escoliosis congénita o neuromuscular.
Si la curvatura se considera que es grave o tiende a empeorar de forma rápida, puede ser necesaria la cirugía denominada fusión vertebral o fusión espinal, para rectificarla lo máximo posible y corregir la deformidad, colocando implantes de metal hasta que las vértebras operadas se fusionen, a través de un injerto óseo. Pasado un año, los implantes de metal podrán ser retirados.
En ocasiones, tras la operación será necesario el uso de un corsé ortopédico para mantener inmóvil y protegida a la columna vertebral.
Masajes realizados por especialistas en columna vertebral, para aliviar y liberar las tensiones musculares ocasionadas, mejorar la postura y fortalecer los músculos. También pueden recomendar ejercicios específicos para la corrección de la columna y la mejora de hábitos posturales, y realizar un seguimiento de la evolución.
Se puede recurrir a ejercicios de Pilates para fortalecer la musculatura y mejorar la postura corporal o a sesiones de Yoga para mejorar la flexibilidad y la movilidad de la columna.
Aunque ambas disciplinas son útiles y se pueden combinar, el yoga es más recomendable en la liberación de tensión y en aumentar con efectividad la movilidad de las articulaciones.
La utilización de hidroterapia tiene un gran beneficio para huesos, articulaciones y ligamentos, y está basada en la realización de ejercicios en una piscina con agua entre 30ºC y 36ºC, controlados por un especialista.
Es importante utilizar un buen colchón, una buena almohada y una postura correcta (sobre el lado izquierdo), ya que pasamos una tercera parte de nuestra vida en la cama descansando. En los casos más graves, que incluyen escoliosis congénita o neuromuscular, será el médico el que decida si es necesaria la cirugía, para que el paciente pueda ganar calidad de vida.