CIFOSIS

COLUMNA VERTEBRAL

CIFOSIS

En la parte superior de la espalda, la columna vertebral se curva ligeramente hacia delante, para facilitar una mejor sujeción de la cabeza.

Las vértebras de la parte media y superior de la espalda se llaman vértebras torácicas (también llamadas dorsales) y están unidas a las costillas, formando junto al esternón la caja torácica, encargada de albergar y de proteger al corazón y a los pulmones.

Cuando estas vértebras generan un arqueamiento acentuado, se presenta una curvatura visible, conocida coloquialmente como joroba o chepa y que provoca numerosos problemas, como dolores y/o dificultades para respirar.

Cuanto más se arquee la columna, mayor será la tensión soportada por los anclajes de los músculos que la sujetan y por tanto, más grandes serán las molestias generadas.

La cifosis es cada vez más frecuente en adolescentes y adultos, pasando desapercibida al encontrarse su efecto lejos de nuestro radio de visión.

Además de los dolores musculares, no hay que olvidar el problema de la imagen personal, que puede llegar a afectar la autoestima del paciente en edades adolescentes.


TIPOS

CIFOSIS POSTURAL

Es la más frecuente y suele aparecer durante la adolescencia, siendo más común en las niñas.

Su origen suele ser la deformación de huesos y músculos ocasionada por a la adopción de posturas incorrectas y a la tendencia de no caminar con la espalda erguida.

Podemos destacar varios factores que la provocan:

Descansar en un colchón adecuado en una postura correcta

Es tan importante la elección de un buen colchón para poder recuperar energía como la postura de descanso, y sin duda, la mejor es dormir sobre el lado izquierdo, mientras que la peor es dormir boca abajo.

Un sofá cómodo es un enemigo de la espalda. Dormir, trabajar con el ordenador o mirar el móvil tumbados en el, es asegurar una visita al masajista.

El sobrepeso

Además de ser muy malo para la salud, el exceso de peso aumenta la presión sobre las vertebras y favorece el riesgo de arquearlas y de padecer dolores de espalda.

La tonificación muscular

Cuanto más tonificados estén nuestros músculos, mas resistencia ofrecerán ante las deformaciones posturales.

Por el contrario, el sedentarismo o la inactividad muscular, generarán una musculatura débil.

Caminar derecho, erguido y con un buen calzado

Algo tan habitual como es caminar, puede convertirse en un problema si no se hace correctamente. El uso de calzado influye mucho en este factor y ha de ser equilibrado, flexible y cómodo. Los tacones aumentan en exceso la carga lumbar e inclinan el cuerpo hacia delante y el calzado plano no proporciona una buena sujeción al pie, provocando problemas posturales. Chanclas, manoletinas y muchas sandalias, poseen una suela muy fina que carece de amortiguación, por lo que el pie absorbe de forma directa todos los impactos contra el suelo.

Carga de peso

Otra de las acciones habituales es la de cargar peso y es importante realizarlo correctamente.

Si lo vamos a desplazar, tenemos que poder hacerlo sin un excesivo esfuerzo, a la altura del abdomen y pegado al cuerpo, sin olvidar flexionar las piernas con la espalda erguida, al levantarlo.

Para trasportar la compra del supermercado, hay que distribuir el mismo peso para cada uno de los brazos y mantenerlos pegados al cuerpo.

Malas posturas en el trabajo

Es muy importante rectificar la espalda en el trabajo, ya que pasamos muchas horas en el. La espalda ha de estar pegada al respaldo de la silla, la pantalla de ordenador frente a la cara y un teclado grande enfrente. Si el trabajo es de pie, corregimos la postura y estiramos la espalda durante el mayor tiempo posible.

Cuidado con la tecnología

El uso de móviles, tablets y ordenadores, sobre todo sin son portátiles (teclado muy pequeño y pantalla baja), hacen que nos inclinemos hacia delante y esta postura continuada favorece la aparición de cifosis.

ENFERMEDAD DE SCHEUERMANN

Provoca que las vertebras tengan forma de cuña en vez de la habitual forma rectangular (vertebra cuneiforme) y se produzca un estrechamiento de los discos intervertebrales.

Suele ser hereditaria y aparecer en la adolescencia, sobre todo durante las etapas de crecimiento (estirones) y suele ser más habitual en los niños.

Se desconocen sus causas.

CIFOSIS CONGÉNITA

Es un desarrollo anormal producido en varias vértebras y/o huesos de un bebé, al formarse incorrectamente en el vientre materno y que puede agravarse a medida que el niño crece.

Según el feto va aumentando de tamaño en el útero materno, ejerce una presión sobre los pulmones de la madre, modificando la forma de su caja torácica y provocando la expansión de sus costillas. Esta presión del cráneo sobre el tórax de la madre, puede provocarle al feto una deformación en la columna vertebral, acentuada según continúa creciendo. Mucho más aún, si pasadas las 32 semanas de embarazo, el feto no ha girado para colocar su cabeza en la pelvis materna.

Aunque el tamaño del abdomen de la madre, tampoco es importante para acentuar el problema, si que influyen la capacidad de distensión de sus músculos de ella y el tamaño que alcance el feto.

Es importante evaluar a un bebé o a un niño con cifosis congénita, porque puede presentar otros problemas traumatológicos, así como anormalidades en el corazón o en los riñones.

CAUSAS

Cifosis en adolescentes

Se detecta desde la infancia y suele producirse por causas hereditarias.

Cifosis en adultos

Problemas en el desarrollo y malas posturas continuadas al sentarse o al cargar peso.

Enfermedades degenerativas de la columna como la artritis o la degeneración de los discos intervertebrales.

Fuertes traumatismos que afecten a la columna.

Fracturas o aplastamientos vertebrales causados por osteoporosis, más frecuentes en mujeres y en pacientes tratados con corticoesteroides de forma continuada.

Espondilolistesis, deslizamiento de una vértebra lumbar hacia adelante.

Enfermedades endocrinas.

Enfermedades autoinmunes.

Tuberculosis osteoarticular, enfermedad infecciosa  que afecta al hueso y a la articulación.

Distrofia muscular, afecciones hereditarias que debilitan a los músculos estriados, encargados de los movimientos voluntarios del cuerpo.

Osteítis o enfermedad ósea de Paget, trastorno óseo que provoca alteración del tamaño del hueso y la consiguiente deformación.

Poliomielitis, enfermedad ocasionada por un virus que ataca a la médula espinal, provocando atrofia y parálisis muscular.

Espina bífida, deformidad congénita con formación incompleta de una parte de la columna.

Consecuencia de un tumor.

Cifosis patológicas

Trabajos que requieren una continúa carga de peso.

Utilización continúa de smartphones y tablets.

Trabajos profesionales como:

Personal de oficina, conductores, personal de hostelería, personal de supermercados (charcutería, frutería, pescadería, reponedores…), personal de comercio textil… y en general todo aquel profesional cuyo trabajo requiera inclinase de forma continuada.

Inclinación para dar el pecho o coger al bebe o niño en brazos.

SÍNTOMAS

Dolor de espalda.

Forma redondeada de la espalda. Puede presentarse en dos posiciones:

Zona torácica superior. Coloquialmente conocida como “chepa”, es la más problemática, ya que provoca tensión en el trapecio superior y genera sobrecarga en las cervicales.

Zona torácica inferior. Coloquialmente conocida como “joroba”, es más habitual en hombres, y es mucho menos problemática y dolorosa. Suele derivar la tensión a la zona lumbar.

Sensibilidad y rigidez en la columna.

Endurecimiento de los músculos adyacentes.

Fatiga muscular.

Dificultad para respirar (cuando los casos son graves).

TRATAMIENTO

Un examen físico por parte de un médico o especialista en la columna vertebral, confirmará la existencia de una curvatura anormal de la columna y buscará cualquier cambio neurológico (debilidad, parálisis o cambios en la sensibilidad), por debajo del nivel de la curva.

Se toman radiografías de la columna para documentar la gravedad de la curva y para permitir que se lleven a cabo mediciones en serie. Es importante realizar estas radiografías en posición tumbada, ya que en posición de pie, se suelen colocar los hombros hacia atrás y se generaría una falsa rectificación durante la toma de la radiografía.

Ocasionalmente se pueden utilizar pruebas de la función pulmonar para evaluar si la cifosis está afectando la respiracion.

Cada trastorno requiere de un diferente tratamiento:

La cifosis congénita requiere una cirugía correctiva a temprana edad.

La enfermedad de Scheuermann se trata con un corsé y fisioterapia. Puede requerir cirugía en caso de curvaturas grandes y dolorosas, con ángulos que superen los 60 grados.

Las fracturas múltiples por compresión a causa de la osteoporosis se pueden dejar sin tratar mientras no se presente dolor ni déficit neurológico, pero es necesario tratar la osteoporosis para ayudar a prevenir las futuras fracturas.

Se puede optar por la cirugía en caso de deformidad o de un dolor grave.

Es necesario tratar la cifosis causada por una infección o un tumor de una manera más agresiva, a menudo, con medicamentos y cirugía.

El tratamiento de otros tipos de cifosis incluye la identificación de su causa y, en caso de que se presenten síntomas neurológicos, se puede recomendar la cirugía.

La mayoría de las cifosis, pueden ser tratadas con determinadas técnicas de masajes por un especialista en columna vertebral.

La rectificación o al menos lograr que esta curvatura no continúe acentuándose, es lenta y requiere de la combinación de:

Ser conscientes del problema y corregir cada movimiento postural que estemos realizando.

Practicar todos los días, los ejercicios específicos para la corrección de la columna, utilizando elementos como la fitball o pelota de Pilates, los cojines o rodillos de espuma, la Magic Back Support (rectificador más profesional), o simplemente utilizando una gran toalla enrollada de forma comprimida.

Que un especialista en columna nos prepare ejercicios, nos realice masajes y controle nuestro progreso.